Oposición boliviana… QEPD

Mientras practicaba running hoy en la mañana, recordé que el 4 de abril se cumplió un año desde la última elección realizada en Bolivia. Después de prácticamente un lustro (18 de diciembre de 2005 – 4 de abril de 2010) con al menos un evento electoral cada 10 meses, un año entero sin campañas, conflictos y urnas se nota, y mucho.

A mi décimo kilómetro aproximadamente me pregunté: ¿habrá aprendido algo de competencia electoral la oposición en este último año sin tener que hacer un papelón en las urnas? Para obetener una respuesta busqué qué se decía en internet al respecto y me encontré con la sorpresa de que no sólo no ha aprendido nada, sino que además cada día está más estúpida.

La prueba viva apareció en HoyBolivia.com, en un mamarracho de análisis titulado «Lecciones de abril». ¿Cuálcitas serían las lecciones según el «brillante análisis»? Que el gobierno perdió votos, que la ciudadanía lo ha castigado, que bla bla bla… O sea, la misma sarta de idioteces irreflexivas aparecidas después del 4 de abril de 2010. Ni una sola neurona agregada a la torpeza ya desplegada el año pasado…

¿Conclusión? Fácil. La oposición boliviana está reducida a su mínima expresión, a su actual nivel de insignificancia no sólo por no tener ningún proyecto que ofrecerle a Bolivia, por la carencia de un liderazgo capaz de articular fuerzas, por carencia total de orgánicas capaces de hacer el trabajo territorial mínimo para crearlas y alinearlas detrás de un proyecto… Está en la penosa situación actual porque en lugar de capacidad de análisis rebalsa de opinología política burda y sin ninguna comprensión de qué es una fuerza, cómo se comporta y cómo manifiesta su potencia en los resultados electorales…

Oposición boliviana… QEPD